Lo impensable sucede. Su vida está destrozada, le han arrebatado la paz. Todos los días están llenos de temor (“¿qué pasará si vuelve a suceder?”) y culpa (“¿qué hice para provocar lo que me sucedió?”).
Su atacante ya le ha robado demasiado. No le entregue también su futuro. Es tiempo de recuperar su vida.
“Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”. (Salmos 23:4)
En el hogar
Instale un sistema de seguridad confiable.1
Instale un ojo de seguridad en la puerta principal.
No abra la puerta a nadie que no esté esperando.
Fuera de casa
Confíe en su instinto y tenga precaución cuando sienta que está en peligro.2
Luzca confiada y segura cuando camine.
Revise el asiento trasero de su auto antes de entrar.
Tenga listas sus llaves para abrir las puertas de su auto rápidamente, y ponga sus seguros justo después de entrar.
Estaciónese en lugares bien iluminados y con movimiento.
Si sale tarde de un centro comercial, pida al guardia de seguridad que la acompañe a su auto.
Tenga cuidado de incidentes actuados y peticiones de ayuda.
“El avisado ve el mal y se esconde; mas los simples pasan y reciben el daño”.(Proverbios 22:3)
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”.(Salmos 34:18)
Salmos 37
Asegure su bienestar. (Salmos 23:1, 4)
Relájese.
Respire profundamente.
Envuélvase con una cobija.
Busque ayuda. (Proverbios 23:12)
Reporte el delito a la policía. (Con objeto de preservar la evidencia física, no se lave ni se bañe.)
Pida a una amiga que la lleve a un chequeo médico para verificar que no existan daños o enfermedades venéreas.4
Busque consejo legal para conocer los derechos de las víctimas de violación.
Cuente con el apoyo emocional de otros. (Proverbios 18:24)
Llame a alguien en quien confíe.
Busque consejería profesional.
“En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado”. (Salmos 4:8)
Sea una persona de oración. Dios le brindará ayuda sobrenatural para sobreponerse a las consecuencias de la violación. (1 Juan 5:14–15)
Use su experiencia para comprender que los cristianos no somos inmunes al infortunio, sino que somos llamados a sufrir. (1 Pedro 2:21)
Facilite las cosas perdonando a su ofensor y dejando la venganza a Dios. (Pida que el poder de Dios haga esto, usted no puede hacerlo sola) (Romanos 12:19)
Razone y perdone a otros (miembros de la familia y amigos) y principalmente a usted misma. (Colosenses 3:13)
Intercambie su antigua identidad por su nueva identidad en la persona de Cristo. (Filipenses 3:7–9)
Recuerde, el Señor es su Pastor. (Salmos 23:1–6)
Lea y medite en las Escrituras y escuche música de adoración todos los días. (Isaías 26:3)
Acérquese a las personas que sufren y anímelas. Su sensibilidad y compasión por ellos será de bendición para ellos y sanará su propio corazón. (2 Corintios 1:3–4)
Glorifique a Cristo permitiéndole mostrar su esplendor a través de usted. (Isaías 49:1–3)
No pida detalles del incidente.
Sí… Sugiera que la víctima ponga por escrito los detalles y los entregue a las autoridades.
No ofrezca respuestas rápidas y simplistas.
Sí… Anime a la víctima con el amor infalible de Dios.
No presione a la víctima para que inicie el perdón de inmediato.
Sí… Envíe a la víctima a un consejero profesional.
No soslaye el tema.
Sí… Pida a la víctima que describa sus sentimientos.
No diga nada si no sabe qué decir.
Sí… Consuele a la víctima con su presencia.
“Tiempo de callar, y tiempo de hablar”. (Eclesiastés 3:7)
A todos nos impacta nuestro pasado, pero Dios no quiere que éste nos incapacite. La violación es pecado y Dios aborrece el pecado. Así que él aborrece lo que le sucedió. Él sabe que su corazón ha sido herido profundamente. Es natural que su corazón esté confundido, pero el Señor no está lejos de usted.
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; y salva a los contritos de espíritu”. (Salmos 34:18)
Tenga presente la tendencia que muchas personas experimentan después del trauma: “tienden a generalizar”. Para usted, eso significa adjudicar el pecado de un hombre a todos los hombres. Hay hombres piadosos así como hombres malvados. También hay mujeres piadosas y mujeres malvadas.
¿Considera usted que el apóstol Pablo no era digno de confianza? ¿Y qué de José, que huyó cuando la esposa de su amo quiso seducirlo? ¿Los considera usted indignos de confianza? Muchos hombres en la actualidad han seguido los pasos de Job, y han hecho un pacto con Dios para mantenerse sexualmente puros.
“Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1)
La maldad y el sufrimiento. ¿Por qué?:
¿Es Dios justo?
El temor y las fobias:
Del pánico a la paz
El perdón:
Cómo liberar a otros
La culpa:
Cómo vivir libre de remordimiento
Las aflicciones:
Las etapas del sufrimiento
Las víctimas:
Cómo vencer la mentalidad de víctima
Si desea más información, llame al 1-800-488-HOPE (4673) o visite www.hopefortheheart.org
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Nuestros representantes le atenderán con gusto.• • • • • •
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