¿Alguna vez se ha preguntado por qué hay tanta maldad? Muchas personas confundidas en todo el mundo observan las noticias y se preguntan por qué se ha generalizado tanto la malignidad.
Algunos no se dan cuenta de que Satanás es el origen de todo lo malo; es una fuerza siniestra que ha influenciado a las personas para que sean malas desde el principio de los tiempos.
Su malvada estrategia es distorsionar la verdad de Dios y hacer que todo el mundo se descarríe.
“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y sus ángeles fueron arrojados con él”. (Apocalipsis 12:9)
Cambios inexplicables en el estado de ánimo
Evita estar con la familia
Rebeldía intensa
Cambio de amigos
Usa vestidos y joyería negros
Experimenta con drogas
Hostilidad contra la iglesia
Fijación con la muerte
Prefiere música rock de heavy metal
Usa accesorios satánicos
Dibuja o muestra símbolos satánicos
Tiene una agenda secreta y actividades ocultas
Pierde interés en la escuela, el trabajo y sus actividades normales
Obsesionado con libros, juegos, vídeos y películas de ocultismo
“Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte”. (Proverbios 14:12)
“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.(1 Pedro 5:8)
1 Juan 3:7–10
Satanás no es una fuerza impersonal, sino una personalidad independiente que comanda a un ejército invisible de maldad. Sus demonios tienen poder, aunque temporal, y su destino está sellado.
Los demonios saben que Cristo es el Hijo Santo de Dios. (Marcos 1:23–24)
Los demonios tiemblan delante de Dios. (Santiago 2:19)
Los demonios deben someterse a Jesús. (1 Pedro 3:22)
Los demonios no pueden escapar de su juicio final. (2 Pedro 2:4)
Los demonios saben que les espera el tormento eterno. (Mateo 8:29)
“…quien [Jesús] habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades”.(1 Pedro 3:22)
No cometa el común error de pensar que Dios y Satanás tienen el mismo poder, o que el poder satánico se equipara con el poder divino. Nada está más lejos de la verdad. Satanás fue lanzado del reino celestial para que rodeara la tierra, se le dio poder, pero sólo hasta donde Dios lo permite.
Satanás no puede estar en todas partes al mismo tiempo. (Job 1:7)
Satanás no tiene poder absoluto sobre las posesiones de los creyentes. (Job 1:8–11)
Satanás no tiene poder absoluto sobre el cuerpo de un creyente. (Job 1:12)
Satanás no tiene poder absoluto sobre la vida del creyente. (Job 2:3–6)
Satanás debe someterse a Jesús. (Mateo 4:10–11)
Satanás debe pedir permiso para tentar a un creyente. (Lucas 22:31)
Satanás debe alejarse cuando se le resiste. (Santiago 4:7)
Satanás no puede proteger a sus seguidores. (Mateo 25:41)
Satanás no puede impedir su propia destrucción. (Apocalipsis 20:10)
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”.(Santiago 4:7)
Al principio, Satanás recibió libre albedrío como todos nosotros. Además, tenía una posición de alto rango dentro del ejército angelical. Por eso, Dios le dio poderes limitados. En última instancia, es la gente quien decide darle poder a Satanás. Algunos historiadores creen que Hitler fue un instrumento usado por Satanás, quien se aprovecha de quienes le permiten ser poseídos por él o que cuando menos, le permiten tener una fortaleza en sus vidas.
“…en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. (Efesios 2:2)
La Biblia dice que sólo Dios tiene el poder para conocer lo que hay en corazón de los hombres. Aunque Satanás es muy inteligente, (Ezequiel 28:12), sigue siendo un ángel creado, y las criaturas no tienen los atributos divinos. El rey Salomón, conocido por su sabiduría excepcional, dijo lo siguiente acerca del Señor:
“…tú oirás en los cielos, en el lugar de tu morada, y perdonarás, y actuarás, y darás a cada uno conforme a sus caminos, cuyo corazón tú conoces (porque sólo tú conoces el corazón de todos los hijos de los hombres)”. (1 Reyes 8:39)
La Biblia: ¿Es confiable?
La verdad puesta a prueba
Las sectas:
Los que tuercen la verdad
El ocultismo:
Desmitificando las obras de las tinieblas
La guerra espiritual:
Estrategias para la batalla
La tentación:
Atraídos por la mentira
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ESPERANZA PARA EL CORAZÓN
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1. Neil T. Anderson y Steve Russo, The Seduction of our Children, “La seducción de nuestros hijos” (Eugene, OR: Harvest House, 1991), 96–97; Mark I. Bubeck, The Satanic Revival, “El avivamiento satánico” (San Bernardino, CA: Here’s Life, 1991), 26–27.
Todas las citas están tomadas de la Versión Reina Valera Revisión 1960. Todos los derechos reservados.
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Personalmente he sido muy bendecida con todos los recursos que estan disponibles a nuestro alcance… Dios los Bendiga!! Gracias….
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